sábado, 6 de febrero de 2010

LAS FUSIONES FUERON BUEN NEGOCIO PARA LOS COMPRADORES EN 2009


Por Liam Vaughan

Las compañías que llevaron a cabo fusiones y adquisiciones el año pasado superaron el desempeño del mercado en más de 3%, según un nuevo estudio, el cual muestra que los acuerdos, en general, crearon valor, pese a la publicidad que se le ha hecho recientemente a los fracasos de algunos acuerdos de alto nivel.
Según el informe más reciente de desempeño de acuerdos presentado por la firma de servicios profesionales Towers Watson y la Escuela de Negocios Cass, las empresas que hicieron adquisiciones superaron el Índice MSCI World en un promedio de 3,2% en 2009, una modesta ganancia frente al 2,7% que avanzaron en 2008.
"En ciclos previos, las fusiones y adquisiciones han destruido el valor y existe la percepción de que para muchas compañías ese sigue siendo el caso", dijo Marco Boschetti, director de consultoría internacional de Towers Watson. "Sin embargo, nuestros hallazgos muestran que, pese a algunos fracasos de alto nivel, en general las fusiones generan valor".
Towers Watson y la Escuela de Negocios Cass compararon el precio de la acción de todas las compañías que compraron a otras en acuerdos valorados en más de US$100 millones seis meses antes del anuncio al precio del título después de completar la transacción. El cambio promedio en el valor para esas empresas fue yuxtapuesto al movimiento del Índice MSCI World a lo largo del mismo período.
El valor producido por las fusiones y adquisiciones ha sido escrutadas recientemente en medio de un gran despliegue de publicidad por el fracaso de algunos acuerdos famosos. A principios de este mes, Jerry Levin, el ex presidente de Time Warner Inc., se disculpó públicamente por su parte en la debacle de fusión entre AOL y Time Warner hace 10 años. La adquisición de la firma holandesa de servicios financieros ABN Amro, por parte de Royal Bank of Scotland Group PLC por 71.000 millones de euros (US$102.000 millones) en el cenit del mercado, octubre de 2007, también es considerada como uno de los principales factores en el colapso de RBS al año siguiente.
Entre los acuerdos más exitosos del año pasado se encuentra la compra de Barclays Global Investors a Berclays PLC por parte de BlackRock Inc. La firma de gestión de activos estadounidense superó el desempeño del índice MSCI en 51,1% después de su adquisición. La farmacéutica estadounidense Merck, Sharpe & Co. superó al índice en 15,9% luego de la adquisición de su par Schering Plough y la cementera suiza Holcim Ltd. Superó al mercado en 16,3% luego de su adquisición de las operaciones australiana de su rival mexicana Cemex SA.
La investigación también encontró que los acuerdos trasnacionales tuvieron una tasa de éxito considerablemente menor el año pasado que los acuerdos locales. Aunque los pactos domésticos superaron al mercado en 7%, los compradores en acuerdos trasnacionales quedaron por debajo del mercado en 5,3%. Esto se reflejó en que las regiones del mundo dominadas por acuerdos domésticos, Norteamérica, Asia y el Pacífico y Latinoamérica superaron al mercado, mientras que Europa, en donde la mayoría de acuerdos fueron trasnacionales, estuvieron por debajo del promedio.

"LAS CRISIS LLEVAN SIGLOS EXISTIENDO Y SEGUIRÁN EXISTIENDO"


En entrevista con Wharton University, el académico Franklin Allen afirma, que pese al renovado crecimiento de su PIB, EE.UU. aún no ha salido de la crisis y que podría, incluso, aproximarse a un escenario en forma de W y caer nuevamente en recesión.
Por: Wharton University

A pesar del renovado crecimiento de su PIB y otras señales positivas, según el profesor de Finanzas de Wharton, Franklin Allen, Estados Unidos aún no ha salido de la crisis. De hecho, el país podría estar aproximándose a un escenario “en forma de W”, esto es, podría caer en breve de nuevo en una recesión.
Esto depende de cómo se comporten en los próximos meses -o incluso años- una serie de factores, no sólo en Estados Unidos, sino también en el resto del mundo. Tal y como señala el experto en una entrevista reciente con Wharton University, tanto las políticas globales sobre tipos de interés, los mercados inmobiliarios o los déficit públicos serán factores a tener en cuenta.

-Muchos expertos parecen creer que en Estados Unidos la recesión llegó a su fin, ¿qué cree usted?
Probablemente tienen razón. La cuestión es si vamos a experimentar “una W” (o double dip) y Estados Unidos va a volver a entrar en recesión.
-¿Qué factores podrían hacer volver a una recesión?
Vivimos en un mundo tan interdependiente que lo que ocurra en el resto del mundo será también importante para Estados Unidos. En Asia hay buenas y también malas noticias. Las buenas noticias son que parece estar creciendo. Las malas noticias son que está teniendo problemas con las burbujas. Por ejemplo, en Singapur en el tercer trimestre los precios de la vivienda aumentaron un 16%, una cifra sorprendente dado el estado de la economía mundial y lo afectada que quedó la economía de Singapur por la crisis financiera. Los observadores han subrayado la llegada de maletines llenos de dinero desde China o Indonesia. Ésta es tan sólo una señal de parte del problema al que nos enfrentamos. Los bancos centrales se han vuelto locos ofreciendo créditos y liquidez, lo cual ha frenado la crisis, tal y como ocurría también en 2003 y 2004. Pero esto también está plantando las semillas para una futura crisis, que es lo verdaderamente preocupante.
-¿Cuáles son las señales de que se ha salido de la crisis?
El PIB está creciendo, que es lo principal, y a los mercados financieros les va mucho mejor. Aunque existen serias dudas sobre qué parte del crecimiento del PIB se debe a la política monetaria expansiva y la mera impresión de gran cantidad de dinero por parte de la Reserva Federal. Pero potencialmente ésta es una buena noticia. También hay otras cuantas cosas buenas. Los mercados inmobiliarios parecen estar estabilizándose y el desempleo al menos parece no estar cayendo tan rápido como en los últimos meses, lo cual es una señal muy positiva.
-La Reserva Federal parece estar retirando algunos de los programas que puso en marcha, ¿es el momento adecuado para hacerlo?
En mi opinión eso es lo que debía haber hecho desde un principio. Básicamente es demasiado tarde. Pero será un problema cuando empiece a retirar los programas y presumiblemente, en algún momento, suba los tipos de interés. Esto pondrá de manifiesto la fortaleza del sistema financiero. Al igual que hicieron durante la crisis, ahora mismo los burócratas de la Reserva Federal apoyan de manera efectiva el sistema, pero con tipos de interés tan bajos también están de manera efectiva proporcionando subvenciones, en particular a los bancos.
-Con tanto apoyo por parte de los bancos, ¿por qué sigue la gente quejándose de las dificultades para pedir dinero prestado?
En toda crisis de crédito siempre se plantea la misma cuestión: ¿en qué lado del mercado surgen los problemas? ¿Es que la gente no quiere pedir prestado dinero o es que la gente no quiere prestarlo? Normalmente es un poco de todo. Pero siempre hay un grupo que quiere endeudarse y ese es el grupo al que los bancos no quieren dejar dinero porque son precisamente los que atraviesan dificultades. Este es el motivo por el que necesitan pedir dinero prestado y ese es el motivo por el que a nosotros nos llegan historias de personas que no pueden acceder al crédito. Estoy seguro de que muchas empresas quieren endeudarse, pero no pueden. No obstante, en el actual entorno económico es cuestionable cuantas empresas quieren invertir y pedir prestadas grandes cantidades de dinero. Simplemente no es un buen momento para invertir o endeudarse.
-Uno de los problemas al que apenas se ha prestado importancia es el déficit. ¿Es realmente importante luchar para reducirlo?
El punto de vista convencional es que necesitamos hacer algo con el déficit, pero todavía no; tal vez dentro de un par de años. Hay algo de cierto en esto, pero no deja de ser preocupante en el medio y largo plazo. Aún tenemos los problemas de largo plazo de la generación del baby boom, incluyendo los gastos médicos y la seguridad social. A medida que suban los tipos de interés será mucho más costoso para el gobierno financiar todo esto. Y como nuestra deuda alcanzará niveles cercanos al 100% del PIB en un relativamente corto periodo de tiempo, cada punto porcentual de los tipos de interés significa otro punto porcentual del PIB que tenemos de devolver en forma de intereses.
-El Presidente de la Fed, Ben Bernanke, dijo que al observar la crisis en retrospectiva, las causas guardaban más relación con la laxitud de las regulaciones que con la política federal de bajos tipos de interés. ¿Está usted de acuerdo?
No estoy de acuerdo con Bernanke. La Reserva Federal evita por todos los medios asumir culpa por la crisis, están ocurriendo muchas cosas en el Congreso que le dejarían sin poderes y sin responsabilidades. Es culpable doblemente, ya que estaba supervisando y vigilando muchos de los bancos que concedían hipotecas. Tiene muy difícil su defensa. En mi opinión, los bajos tipos de interés eran el principal problema. Y la prueba está en que no sólo Estados Unidos ha tenido problemas. España tenía una regulación bancaria muy buena y no concedió hipotecas irresponsables a individuos que no cumplían los requisitos estándar. No obstante se enfrentó al mismo tipo de problemas, e incluso peores, porque allí la burbuja fue mayor.
-¿Continuará el renacimiento del mercado bursátil en EE.UU. y otras partes del mundo?
Esta es, de nuevo, parte del problema de la existencia de políticas monetarias expansivas. Suelen inflar el mercado de valores y crear burbujas. Esto es lo que está ocurriendo ahora mismo. Simplemente hay demasiado dinero fácil. Cuando la Reserva Federal empiece a restringir la oferta monetaria descubriremos si la bolsa ha sido impulsada por un fenómeno monetario. La mayoría de los economistas niegan que exista vínculo alguno entre las políticas monetarias y el precio de los activos. Pero esa va a ser la gran cuestión.
-En cuanto a China, recientemente se han oído muchas historias sobre su recuperación ¿Cree que ha sido así?
China tiene dos enormes ventajas. La primera es que disfruta de una fuerte posición fiscal. Tiene una deuda relativamente baja en comparación con la mayoría de las grandes economías. Esto le da capacidad para prestar y gastar grandes cantidades de dinero. La segunda es que aún tiene un elevado control de su economía. Posee una gran parte del sector industrial, bancario y muchos otros. Esto significa que puede estimular la economía fácilmente. Sin embargo, uno de los problemas es el creciente precio de la vivienda en Pekín y Shanghai. ¿Están causando una burbuja? Y si estalla, ¿el país va a tener problemas? Debe empezar a construir algo más que meras infraestructuras, para empezar a crear infraestructura humana en términos de educación, salud y ese tipo de cosas.
-¿Hay alguna lección que occidente pueda aprender del modo en que China está respondiendo a la crisis?
Estaría bien que, por ejemplo, tuviésemos bancos de propiedad del Estado que pudiesen competir con el sector privado. Muchos países que sufren crisis frecuentes disponen de este tipo de bancos, de forma que cuando las cosas se ponen feas no tienen que depender del banco central para convertirse en un banco comercial y tomar decisiones de crédito. Un motivo por el que China se comportó tan bien fue que posee grandes bancos y que supo dirigirlos, algo que no se puede hacer en un sistema financiero privado. No creo que debamos replicar el sistema chino, pero tal vez podríamos parecernos un poco más a él.
-En su opinión son muchas las señales positivas, ¿le preocupa aún lo que ocurra el próximo año?
Sí, aún me preocupa. Hay señales negativas en EE.UU. y en Europa. En Asia la mayoría de las señales son positivas. Nuestra visión del mundo ha cambiado; EE.UU. no había tenido crisis económicas en los últimos 40 años. Ahora ese mundo ha dejado de existir. ¿Cuándo tendrá lugar la próxima crisis? ¿Tenemos ahora un mundo en el que nadie es inmune a las crisis? No creo que la gente lo haya asimilado. La gente piensa que algunos problemas en el sector hipotecario han sido los causantes de la crisis. Pero si hay algo que debiéramos aprender es que las crisis llevan siglos existiendo y que seguirán existiendo. Simplemente han vuelto con nosotros de un modo que hacía tiempo que no habíamos visto.

martes, 2 de febrero de 2010

Mitos y Leyendas de la Revolución capitalista


MITOS Y LEYENDAS DE LA REVOLUCIÓN CAPITALISTA
Por Francisco Durand
Profesor de la Universidad de San Antonio, Texas, EEUU


En su crítica a mi artículo “La paradoja del país que no puede pensar en sí mismo” (1), Jaime de Althaus me imagina como la voz de un “mercado académico estadounidense” que propaga el mito de los países pobres sometidos a las transnacionales (2). Bueno, allá existe un mundo académico, cuyo propósito no es el lucro (a diferencia de universidades tipo Alas Peruanas) y donde existen tantas posiciones como profesores.
Molesto, califica de “fatigada letanía” mi argumento de la desnacionalización económica. Permítanme insistir. Varios estudios identifican una tendencia a la desnacionalización entre las primeras 500 empresas y en el PBI. Es un hecho innegable. Continúa, y tiene graves consecuencias, incluso entre las empresas peruanas de éxito que las multinacionales compran. No es un mito, es una realidad.
En el mundo maniqueo del pasado socialista malo y la milagrosa transformación iniciada por Fujimori que presenta, afirma que crecen espectacularmente las exportaciones no tradicionales. Seguro, pero ¿qué predomina en el PBI si no son las materias primas de siempre? No me parece mal que exportemos manufacturas, pero debemos recordar que surgieron gracias a las políticas de industrialización nacional.
Althaus habla de pymes que 20 años después tienen finalmente crédito a una tasa del 20%. Habría que ver qué garantías piden los bancos (casa, planta) y cuántos acceden a esta oportunidad, sobre todo en provincias. Si además de pagar el préstamo a 20% anual, tienen que retener y devolver un 19% de IGV, y pagar el impuesto a la renta, buena parte de los ingresos se van a los bancos y al Estado. Eso sin contar que pueden sacar crédito de consumo a una tasa de 180% anual. Así no van a crecer, menos exportar en altos volúmenes, que es un club exclusivo de gigantes, hecho que recordara De Soto hace un tiempo.
Sostiene que los grupos económicos de origen popular representan un éxito extraordinario, pero omite que también los compran (Wong). En realidad,
los grupos peruanos son jugadores entre medianos y pequeños en Sudamérica y ninguno es jugador global.
En buena hora emergieron, pero no hay que exagerar, lo que producen es simple. Olvida Althaus que los más fuertes surgieron antes de Fujimori, y que se desarrollaron con generosos incentivos que les dio Alan García. Hoy los sigue engriendo. Graña y Montero, accionista de El Comercio, gana licitaciones con una recurrencia inquietante (Interoceánica, Collique, tren eléctrico). Romero pidió y obtuvo una concesión portuaria en Ancón. En arreglos palaciegos, los mineros evitaron pagar el impuesto a las sobreganancias y dieron a cambio un mísero “óbolo”. Siguen por tanto gozando de rentas y exoneraciones. Las corporaciones están protegidas jurídicamente, ventaja de que no goza ninguna pyme. Este rentismo para grupos y multinacionales parece más continuidad que cambio. Si solo vemos las flores del éxito, la realidad se transforma en mito, que creo es el terreno en el que Althaus ha hecho una gran contribución.
............. (1) Publicado el 10 de enero en el suplemento Domingo de La República. www.larepublica.pe/pagina_impreso.php?pub=domingo&anho=2010&mes=01&dia=10&pid=3&sec=1558&pag=9 (2) Publicado el viernes 15 de enero en El Comercio. elcomercio.pe/impresa/notas/mitosrecargados/20100115/397948