domingo, 5 de mayo de 2013

Banda ancha, un motor de desarrollo económico y social

Cuando recién se iniciaba la masificación de internet, en el último lustro de los años 90, muy pocos vislumbraban el rol gravitante que tendría como eje de desarrollo económico y social. De hecho, a nivel de empresas, especialmente las de menor tamaño, el definir si dar o no acceso a la red a todos los empleados era incluso tema de debate. Las razones tenían relación con los costos por un lado, y con aprehensiones respecto del ancho de banda y la seguridad por otro.
Posteriormente, sin embargo, y en especial a partir del advenimiento de la banda ancha, ese debate no sólo desapareció, sino que se volvió totalmente obsoleto. El peso de la evidencia en las cifras respecto del impacto de la masificación de la banda ancha en el aumento de la productividad de las organizaciones y en el nivel de desarrollo de los países hizo que se comprendiera lo esencial de maximizar su uso en todos los niveles de las organizaciones y las sociedades.
La fuerte caída de los precios en los servicios de conexión a internet, así como la propia evolución de las tecnologías ha ido facilitando enormemente el que las cifras de usuarios en todos los países hayan crecido a tasas vertiginosas en los últimos cinco años.
Impacto en la economía y la sociedad
Conceptualmente, la banda ancha es uno de los ejes del desarrollo económico porque es la base mínima que permite un mayor y mejor acceso a la información, un aumento de la productividad y una mejora en los procesos de negocios de las organizaciones. Asimismo, permite a las empresas de cualquier tamaño y sector integrarse a la actual arquitectura de empresas en red y aumentar, por ende, su competitividad. El efecto de la banda ancha en este caso ha sido el motor que empuja a la digitalización, es decir, fomenta el uso más intensivo de las tecnologías, lo cual permite a las organizaciones reducir sus límites, minimizar costos y forjar su eventual crecimiento.
La banda ancha es, en este último aspecto, inseparable del e-Business o de los negocios electrónicos, factor que no sólo influye en el aumento de productividad de las firmas, sino también favorece la tercerización de servicios. A su vez, esto tiene una incidencia en el empleo, de manera que la banda ancha es un catalizador que dice mucho de la economía de los países. Por ejemplo, en Chile, según un estudio de Raúl Katz, académico del Columbia Business School, un incremento del 10% en la penetración de banda ancha puede aumentar en 0,018 puntos la tasa de ocupación. El mismo autor ha estimado que un aumento de 10% en la penetración de la banda ancha podría contribuir a aumentar en 0,16 puntos el crecimiento del PIB (Producto Interno Bruto) en América Latina.
Por otra parte, el efecto de la banda ancha se replica también a nivel de la sociedad, en tanto facilita el acceso a la información a más personas y reduce las brechas educativas, transformándose en un elemento impulsor que contribuye a la inclusión social. Por ello, diversos organismos nacionales e internacionales consideran el factor penetración de conectividad a internet como un factor relevante para medir el nivel de avance y desarrollo de los países y sociedades. Level 3 posee una red IP que puede actualizarse en forma permanente, por lo que sus servicios de internet permiten prestar apoyo a sus clientes, colaboradores y socios a través de un acceso mundial veloz. Junto a ello, la seguridad en su red, la experiencia y conocimientos técnicos internos brindan monitoreo, gestión y soporte técnico permanente, las 24 horas. En el caso chileno, Level 3 posee y opera uno de los 2 cables submarinos que proveen internet y conectividad de telecomunicaciones a todo Chile, el cual recorre el planeta.
Al mismo tiempo, la banda ancha ha ido forjando el desarrollo de nuevas prácticas que redundan en beneficios conjuntos para las empresas y sus empleados, en donde destaca, por ejemplo, la creciente adopción del teletrabajo parcial o total, en algunos casos. 
Pero existe otro aspecto en donde la banda ancha es también decisiva: el gobierno electrónico o e-Government, ya que cualquier esfuerzo por modernizar el Estado, no sólo se orienta a mejorar procesos sino también a acercar los gobiernos y las instituciones públicas a las personas, por lo que un real avance en esta materia sólo puede darse maximizando la penetración de las conexiones a la Red.
Un bien público global
La importancia de la penetración de Internet se ve refrendada por estudios y análisis de diversas organizaciones, como la Cepal (Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y El Caribe), que ha remarcado la importancia de la banda ancha en la región como uno de los ejes de desarrollo social y económico. Al respecto, la entidad ha recalcado que la banda ancha debe ser considerada un bien público global y de fácil acceso, por lo que el precio es un elemento de importancia en los países latinoamericanos, en donde si bien los costos se han reducido considerablemente y se ha aumentado la velocidad, aún persiste una brecha con las economías más desarrolladas.
De acuerdo a la Cepal, a través de su Observatorio Regional de Banda Ancha (ORBA), en la región el acceso a 1 megabit por segundo puede llegar a costar 31% del ingreso bruto, lo cual contrasta con los países desarrollados en donde esa cifra no llega al 1%. En cualquier caso, el organismo ha subrayado la baja de precios que ha experimentado la banda ancha, ya que a marzo del 2010, el costo promedio de un servicio de 1 megabit por segundo (Mbps) costaba alrededor de US$57, cayendo, a mediados del año pasado a unos US$21, es decir, ha experimentado una reducción del 63%.
Algo similar ha acontecido con las velocidades de subida y de bajada. De acuerdo a ORBA, desde el año 2010 a la actualidad la velocidad de subida (upload) se ha triplicado, siendo Chile, junto a Paragua y Ecuador, los países que encabezan ese ítem en la región. En bajada o descarga, en tanto, se ha llegado a un promedio un promedio de 4 mbps en Latinoamérica, cifra que aún se mantiene lejos de los 12 Mbps de Europa.
En el caso particular de Chile, cabe destacar que es el país que lidera la penetración de conexiones a internet a nivel regional, ya que, según datos de la Subtel (Subsecretaría de Telecomunicaciones), actualmente el 41% de la población cuenta con acceso a la red. En cuanto a conexiones, se llega a cerca de 5 millones de banda ancha móvil e internet móvil, lo que representa casi el doble de las conexiones fijas.
Gianni Hanawa
 

jueves, 2 de mayo de 2013

CHINA: LA DESACELERACIÓN ANUNCIADA

Atrás quedó la época en la que China sorprendía con cifras de crecimiento anual de dos dígitos. En la actualidad, la economía china viene creciendo a menores tasas, lo que nos afecta de manera directa, debido a la menor demanda de materias primas –minerales en particular–, que se traduce en una reducción de los precios internacionales de estas.
El gigante asiático no pudo cumplir con las expectativas de crecimiento de 8% para el primer trimestre del año, que los analistas y entidades especializadas –como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional– habían proyectado, y registró solo un aumento del 7.7% en su PBI. Esta cifra, además, representa una desaceleración de la economía china, que para el periodo enero-marzo de 2012 había crecido un 8.5%, aproximadamente.
Según el Banco Mundial (BM), esta desaceleración se debe, además de a otros factores, a la reducción de la demanda en los países con ingresos altos, como EE.UU. o los de la Eurozona, que se traduce en menores exportaciones de China. Recordemos que este país concentra sus envíos en artículos electrónicos, textiles y maquinaria en general, y tiene a EE.UU. como principal socio comercial (17.2% de sus envíos). Para el BM, una forma efectiva para compensar las dificultades de los exportadores chinos es aumentando el gasto público, con el fi n de impulsar el PBI y, de esta manera, lograr atenuar la rápida desaceleración que está sufriendo.
A pesar de esta situación poco favorable, predicciones como las del FMI aseguran que China crecerá en un 8.2% en 2013. Por otra parte, Euromonitor International estima que para el 2020, el PBI del gigante asiático representará el 19% del PBI mundial –debido a las grandes industrias y a la mano de obra barata– con lo que alcanzaría a ser la mayor economía del mundo.
Como mencionamos antes, la situación económica de China es sumamente importante para nuestros intereses –sobre todo en temas mineros–, por lo que debemos estar al tanto de lo que ocurra con el gigante asiático.
 

Latinoamérica: los países que más crecen


Los nuevos pronósticos económicos del Banco Mundial y de las Naciones Unidas prevén que Latinoamérica seguirá creciendo en tasas moderadas este año, y que las economías más florecientes de la región serán las de tres países que empiezan con “P”: Paraguay, Panamá y Perú.
Antes de analizar qué tienen en común estos tres países que empiezan con “P”, y por qué el Banco Mundial y la Comisión Económica para Latinoamérica y el Caribe de las Naciones Unidas (CEPAL) están moderando sus pronósticos a veces demasiado optimistas de hace uno o dos años, echemos un vistazo a las últimas cifras.
Según un nuevo informe sobre Latinoamérica del Banco Mundial, titulado “América Latina y el Caribe sin viento a favor: en busca de un mayor crecimiento”, Latinoamérica crecerá un 3.3 por ciento este año, un leve progreso respecto al crecimiento del 3 por ciento del año pasado, pero significativamente por debajo del índice de crecimiento promedio del 5 por ciento de la última década.
Las estrellas económicas de la región en el 2013 serán Paraguay, que crecerá alrededor del 11 por ciento, Panamá y Perú, que crecerán el 9 y el 6 por ciento, respectivamente, según el estudio del Banco Mundial.
En el medio de la tabla están algunos países con índices de crecimiento relativamente buenos, como Chile, Colombia y Bolivia, que crecerán este año entre el 4 y 5 por ciento. Brasil y Argentina, a su vez, crecerán casi un 3 por ciento, y la economía de peor desempeño de la región será Venezuela, que crecerá el 0.1 por ciento, o sea prácticamente nada, dice el estudio. El informe del Banco Mundial señala que los vientos de cola que ayudaron a gran parte de Latinoamérica a crecer rápidamente en la década pasada, tal como los altos precios de las materias primas y el constante aumento de las importaciones de China, ya no soplan más. Hoy, Latinoamérica se encuentra en un entorno global “sin vientos”, en el que el crecimiento futuro dependerá de las políticas de cada país, y no tanto de factores externos. “El viento de cola desapareció, y ya no podemos avanzar sin esfuerzo”, concluye el informe. “Ha llegado la hora de remar”.
De manera semejante, un nuevo informe de la CEPAL dado a conocer esta semana revisó hacia abajo sus pronósticos económicos de diciembre - que proyectaban un crecimiento regional del 3.8 por ciento para este año- a un 3.1 por ciento. Las economías latinoamericanas que crecerán más rápido en el 2013 serán Paraguay (10 por ciento), Panamá (8 por ciento) y Perú (6 por ciento), según el organismo de la ONU. México crecerá un 3.5 por ciento, mientras Brasil y Argentina experimentarán una recuperación menos dinámica de la esperada, afirma.
Casi todos los economistas dicen que a Paraguay, Panamá y Perú les irá bien este año por motivos diferentes. En el caso de Paraguay, será un rebote de la aguda recesión que provocó su crisis política del año pasado, sumado a cosechas récord. Panamá, a su vez, está cosechando los beneficios de enormes inversiones vinculadas a la expansión del Canal de Panamá, y Perú se está beneficiando de inversiones récord gracias a las políticas económicas abiertas a la inversión que goza desde hace más de una década. Aunque el caso de Paraguay puede ser una anomalía estadística, Perú y Panamá son otra historia, dicen los economistas. Ambos países han estado creciendo sostenidamente en la última década, con porcentajes que casi duplican el promedio regional.
“En Perú y Panamá vemos un gran dinamismo de las inversiones, y un notable optimismo entre los inversores”, me dijo el principal economista para Latinoamérica del Banco Mundial, Augusto de la Torre. “También están haciendo significativos avances en sus esfuerzos por mejorar la calidad de la educación pública”.
Mi opinión: aunque se trata de casos diferentes, Paraguay, Panamá y Perú tienen algunas cosas en común.
A diferencia de Venezuela, Argentina, Bolivia, Ecuador y otros países cuyos presidentes populistas ahuyentan a los inversores creando un clima de confrontación constante para culpar a otros de sus problemas económicos, Paraguay, Panamá y Perú reciben con alfombra roja las inversiones nacionales y extranjeras.
Y mientras Venezuela, Argentina, Bolivia y Ecuador han crecido en los últimos años gracias a factores externos —como el auge de los precios mundiales del petróleo, el gas y la soya— Perú y Panamá crecen en gran parte debido a razones internas: ofrecen estabilidad, y no cambian las reglas de juego a los inversores con cada cambio de gobierno. Y los resultados están a la vista, sobre todo en Perú: el país ha disminuido su tasa de pobreza del 55 por ciento de la población al 28 por ciento de la población desde el año 2001, mucho más que los países con presidentes populistas que viven gritando al micrófono, y ahuyentando inversiones que generan trabajo.

Andrés Oppenheimer