Atrás quedó la época en la que China sorprendía con
cifras de crecimiento anual de dos dígitos. En la actualidad, la economía china
viene creciendo a menores tasas, lo que nos afecta de manera directa, debido a
la menor demanda de materias primas –minerales en particular–, que se traduce
en una reducción de los precios internacionales de estas.
El gigante asiático no pudo cumplir con las
expectativas de crecimiento de 8% para el primer trimestre del año, que los analistas
y entidades especializadas –como el Banco Mundial y el Fondo Monetario
Internacional– habían proyectado, y registró solo un aumento del 7.7% en su
PBI. Esta cifra, además, representa una desaceleración de la economía china,
que para el periodo enero-marzo de 2012 había crecido un 8.5%, aproximadamente.
Según el Banco Mundial (BM), esta desaceleración se
debe, además de a otros factores, a la reducción de la demanda en los países
con ingresos altos, como EE.UU. o los de la Eurozona, que se traduce en menores
exportaciones de China. Recordemos que este país concentra sus envíos en
artículos electrónicos, textiles y maquinaria en general, y tiene a EE.UU. como
principal socio comercial (17.2% de sus envíos). Para el BM, una forma efectiva
para compensar las dificultades de los exportadores chinos es aumentando el
gasto público, con el fi n de impulsar el PBI y, de esta manera, lograr atenuar
la rápida desaceleración que está sufriendo.
A pesar de esta situación poco favorable,
predicciones como las del FMI aseguran que China crecerá en un 8.2% en 2013.
Por otra parte, Euromonitor International estima que para el 2020, el PBI del
gigante asiático representará el 19% del PBI mundial –debido a las grandes
industrias y a la mano de obra barata– con lo que alcanzaría a ser la mayor economía
del mundo.
Como mencionamos antes, la situación económica de
China es sumamente importante para nuestros intereses –sobre todo en temas
mineros–, por lo que debemos estar al tanto de lo que ocurra con el gigante
asiático.
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